La inflamación de encías o gingivitis es un proceso inflamatorio reversible que se inicia por la presencia de bacterias, y puede progresar a una periodontitis.
Evolución de la Inflamación de encías a la periodontitis
En la periodontitis (incorrectamente llamada “piorrea”) se produce una destrucción del tejido que rodea el diente, incluyendo la pérdida de hueso. Esta destrucción es irreversible. No produce dolor, así que puede permanecer sin diagnosticar durante años, hasta que el paciente acude a un periodoncista. El proceso final de la periodontitis, sin tratamiento, sería la pérdida de los dientes.
Las señales que le pueden indicar que padece una enfermedad periodontal son: sangrado de encías, movilidad de algún diente, retracción de encías, mal aliento (halitosis)…. Existen factores de riesgo que aumentan la posibilidad de padecer periodontitis, como el tabaco y la diabetes.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes es un desorden metabólico caracterizado por tener un nivel de azúcar alto en sangre (hiperglucemia). La hiperglucemia puede tener un efecto negativo en todo el cuerpo, dando lugar a enfermedades cardiovasculares, renales, oculares y neuropatías. Para evitar estas complicaciones, es muy importante tener un control del azúcar adecuado (control glucémico). Éste se controla con un análisis de sangre, con el parámetro “hemoglobina glicosilada”.
En la actualidad sabemos que las bacterias que se encuentran en la boca pueden pasar a la sangre y pueden afectar a otros lugares del organismo: aumento del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, neurológicas, enfermedades reumáticas, riesgo de tener un parto prematuro, riesgo de descompensación de diabetes….
Estudios científicos que demuestran la relación entre diabetes y riesgo de periodontitis
Existen numerosos estudios científicos que han demostrado que tener diabetes está asociado con un mayor riesgo de padecer periodontitis. La diabetes provoca una respuesta inflamatoria exacerbada frente a las bacterias patógenas presentes en la encía y altera la capacidad de resolución de la inflamación y la capacidad de reparación posterior, por lo que acelera la destrucción de los tejidos. Si los diabéticos no tienen un buen control de azúcar en sangre, aumentará la extensión de la enfermedad periodontal (por ejemplo, el número de dientes afectados) y la severidad de la enfermedad.
Pero además, esta relación es bidireccional, es decir, una enfermedad periodontal severa no tratada producirá que los niveles de azúcar en sangre sean mayores, y por tanto, que también empeoren las enfermedades asociadas a la diabetes. Por ejemplo, hay estudios que demuestran que pacientes diabéticos con enfermedad periodontal pueden tener más probabilidad de tener problemas de riñón (nefropatías), incluso de complicaciones cardiovasculares.
Además, otros problemas bucales que puede tener un diabético son:
- Infecciones como candidiasis oral
- Boca seca o xerostomía, asociada con los tratamientos farmacológicos
- Síndrome de ardor bucal
- Agrandamiento de las glándulas salivales
- Infecciones después de extraer un diente
- Alteraciones de la percepción del gusto
Debido a esta relación diabetes-periodontitis, existen estudios que comprueban que realizando el tratamiento periodontal se reduce la hemoglobina glicosilada, en pacientes diabéticos, y por tanto, mejoran sus niveles de azúcar en sangre. Este tratamiento periodontal consiste en eliminar el “sarro” adherido al diente, debajo de la encía con un raspado y alisado radicular.
—– Los pacientes diabéticos mejorarán su control glucémico después del tratamiento periodontal —–
Así pues, Clínica Odontomet Villena recomienda una visita con su periodoncista. Una persona diabética se podrá tratar de una enfermedad periodontal, y así mejorar su control glucémico. Y en personas supuestamente no diabéticas, también su periodoncista podrá identificar diabetes no diagnosticada o prediabetes y referirle a la consulta del médico o especialista.
